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Correfocs

La magia y el misterio del fuego, junto con la música, se combinan en una impresionante exhibición.

El fuego es un elemento esencial en la evolución del hombre y siempre nos ha atraído su poder. En la actualidad, es una parte importante de nuestras costumbres sociales y está presente en muchas de nuestras fiestas y tradiciones.

En la tradición menorquina, el Demonio representa la libertad de transgredir las normas, un bromista, pícaro y capaz de reírse de todo, el contrapunto a nuestra vida cotidiana. La celebración no se limita solo a las fiestas patronales, sino que también se celebra en la Diada del Poble de Menorca.

El grupo de «perseguidores» está formado por una veintena de demonios que, bajo las órdenes del Botafoc, se mueven de un lado a otro con palos de fuego encendidos. El Botafoc es el demonio que lleva la antorcha encendida con una mecha y es el encargado de dar fuego a los demás demonios y marcar el ritmo «de persecución» según convenga.

Los demonios también cuentan con un Cap de colla, que supervisa que todo salga según lo previsto y no haya descuidos, ni por parte de los suyos ni del público que sigue el correfoc. A menudo, cuentan con el acompañamiento de una batucada para aumentar aún más la emoción de la exhibición.

Es Dimonis de Menorca

Los correfocs y dimonis de las fiestas patronales de Menorca viven con mucho fuego sus espectáculos, para ellos estas celebraciones son una oportunidad para mostrar su espíritu intrépido y su amor por la tradición. A través de la música, el fuego y la danza, estos artistas de la fiesta son capaces de transmitir una energía contagiosa a todos aquellos que se unen a la celebración.

Cada año, los correfocs y los dimonis trabajan duro para prepararse para estas fiestas y asegurarse de que su actuación sea una experiencia inolvidable para todos los que la presencian.

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